Las obsesiones se caracterizan por la presencia de ideas, sentimientos e impulsos no deseados por la persona y que, pese a los esfuerzos de ésta, se imponen de manera intrusiva en su mente, acompañándose de desagrado y ansiedad. Las ideas pueden referirse a personas, cosas, símbolos, conceptos pseudofilosóficos, dudas, escrúpuos religiosos o morales, etc. Obsesiones fóbicas donde lo temido no es la situación real sino el pensamiento de esta situación. Obsesiones impulsivas donde hay un temor a realizar un acto agresivo ya sea contra sí mismo o contra los demás. Éstos fenómenos psíquicos dan lugar en ocasiones, a determinados actos igualmente no deseados que reciben el nombre de actos compulsivos que suelen ser exageraciones de comportamientos habituales como lavado de manos, ropa o utensilios, verificaciones meticulosas de puertas, llaves, espitas de gas, de si está todo adecuadamente ordenado, etc.
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